martes, 24 de abril de 2012

Ab-bá, Padre, escuchame por favor

Ab•bá, difícil es el cáliz que depositas sobre mis hombros, dudo yo de mis fuerzas para resistirlo y avanzar en esta contienda, más tu no dudas de que puedo mantenerme a la altura de tus pruebas. ¿Quién soy para contradecirte? ¿Acaso no me has creado y conoces mis límites mejor que yo? ¿Qué hay de mí? Oscuro es mi corazón que tiembla con dudas ante tus pruebas, confusa es mi mente que tiende a buscar justificación, más puro es el espíritu que has puesto en mí y que me hace mantenerme en pie. Ab-bá ten misericordia de mí, dame las fuerzas para seguir en la lucha, perdona mis faltas y sana mi corazón, Ab-bá, me haces falta, siempre me haces falta, y sin ti agonizo.